Descubre un poco más sobre ¿Qué son las Noas? y la historia detrás de ellas.
Es una planta endémica del norte de México en peligro de extinción. Su nombre se dedicó a la reina victoria (1819-1901) de Inglaterra. Victoriae-reginae se encuentra en el desierto de chihuahua y en la comarca lagunera de Coahuila y durango, México. Al sur de la ciudad de torreón, Coahuila, se sitúa un accidente elevado llamado sierra de las noas por su otrora abundancia de este agave; también se conoce como “pintilla”. Se contemplan alrededor de media docena de subespecies. Agave victoriae-reginae, de nombre común agave noa, es una planta suculenta pequeña perteneciente a la familia de las agaváceas.
Es muy apreciada por coleccionistas y viveristas debido a su alto valor ornamental. Se incluyó en el grupo Marginatae por tener los márgenes de las hojas córneos y las flores con tubos cortos en forma de embudos; y forma parte del grupo Littaea por tener inflorescencia sin ramificaciones aparentes y con hojas con margen entero. El nombre A. victoriae-gevinae se ha aplicado a cuatro plantas con gran similitud, pero que difieren en la forma de la roseta, el número, forma y color de las hojas, el tamaño de las flores y el hábitat que ocupan. En este apartado, se tratará solamente la A. victoriae-reginae sus. victoriae-reginae. Tiene rosetas globosas a deprimido-globosas, con 70 a 200 hojas. Las hojas son lanceoladas, de 7 a 22 cm (centímetros) de largo por 3.6 a 4.8 cm de ancho en hojas secas; su margen es córneo y continuo hasta el ápice. Habita en la Sierra Madre Oriental en los estados de Nuevo León, Coahuila hasta el este de Durango, sobre crestas y cerros aislados. Crece principalmente en sustratos calizos. Es conocida en La Comarca Lagunera de Coahuila y Durango como noa.
La noa de la comarca lagunera tiene como principal característica que crece en acantilados rocosos y no en terreno plano como otras subespecies, actualmente son en pocos lugares donde se han visto, como en las paredes verticales que hay en el Cañón de Fernández, en el Río Aguanaval sobre el Cañón de Jimulco y en los cerros con acantilados y paredes rocosas muy verticales, su forma puede ser de unas esferas casi perfectas de un verde profundo, lo cual exalta su belleza y la convierten en una atracción para los turistas.
La noa tiene hojas carnosas que le permiten guardar agua y adaptarse al clima semidesértico. La forma de roseta le permite capturar el recurso hídrico y llevarla al centro de la misma planta. Es de lento crecimiento como el resto de los magueyes, y florecen una vez en su vida, justo antes de morir.
En la Región Lagunera de Coahuila y Durango crece una subespecie del agave noa denominada swobodae, la cual no existe en otras partes del país y del mundo, lamentablemente su permanencia se encuentra bajo amenaza.
Por esta misma situación atraviesan otras especies de plantas endémicas que pertenecen al ecosistema de la región, en su mayor parte del Desierto Chihuahuense, pero también de la Sierra Madre Oriental
Debido al lugar donde crece, es difícil implementar acciones de reproducción en su espacio natural, pero se reconocen los esfuerzos tanto de instituciones educativas como la Universidad Antonio Narro o empresas como Peñoles que decidieron producirlas en viveros, lo cual permite tenerla a disposición y cumplir la demanda que en años recientes se ha incrementado y evitar el saqueo de su espacio natural. Conforme a la Norma Oficial Mexicana 059 de la SEMARNAT, la noa se clasifica en peligro de extinción que es el estatus más grave. En La Laguna existen dos tipos de especies endémicas de plantas. Por un lado, está el noa swobodae por la parte del Desierto Chihuahuense, y por la Sierra del Rosario, se encuentra el agave gentryi o conocido como maguey noa, cuya característica principal es que es más grande que el noa, y se ubica en la parte más alta del cerro. Es muy verde. Esta especie no es tan popular como la noa. Además, existe una planta de la familia de las compuestas, (familia del girasol o margaritas) cuyo nombre científico es henricksonia mexicana.
Las plantas endémicas de la Región Lagunera son fundamentales como parte de la cadena de interrelación en el sistema y en caso de extinguirse, desaparecerían del planeta porque no se encuentran en otros lugares. Sin embargo, la mano del hombre no es el único factor que pone en peligro a la vegetación nativa, sino también las especies introducidas, como cenchrus ciliaris, el zacate buffel, originario de África, y que llegó para alimentar al ganado. Las invasoras se consideran como la tercera causa de extinción de especies, “una especie nativa que no se puede defender de las invasoras, tiende a desaparecer”.
El Cristo le debe su nombre al cerro donde se encuentra, el Cerro de las Noas, que lleva el nombre de los pequeños agaves en forma de roseta que crecían en tal montaña, y que tristemente al día de hoy son una especie en extinción.
Pueden durar 30, 50 o 70 años, dependiendo de la especie y las condiciones del lugar donde están creciendo, pero al florear crean los frutos y luego muere la planta. Es muy fácil de cuidar y de mantener. Tan solo hay que tener muy presente que debe de estar en el exterior, a pleno sol, y que se debe de plantar en un suelo o tierra que tenga buen drenaje. No tolera nada el encharcamiento; por contra, sí aguanta bastante bien la sequía.
Es aconsejable regar al menos una vez a la semana, dos en verano, y abonarlo con un abono para cactus y otras suculentas, en caso de tenerlo en recipiente, ir trasplantándolo cada dos primaveras. Resiste el frío y las heladas de hasta los -2ºC siempre que sean puntuales y de corta duración. Florece una única vez en su vida, tras ello, se muere dejando un montón de semillas e hijuelos, por lo que se dice que es una especie hapaxántica.
Copyright © 2024 | Las Noas